Exiliados y arrepentidos
Hoy vi pasar a un conocido que vivió un tiempo en el exterior, y me pregunte: ¿Qué pasará por su mente al volver a caminar por las calles que alguna vez repudió antes de su partida ? Es que, es casi una constante de la juventud ya “entrada en edad” que decide como camino alternativo, emprender un viaje al viejo continente en busca, en su mayoría , de nuevas oportunidades laborales, eso sí, gran parte de estos sin preparación intelectual alguna.
Estos “ exiliados voluntarios” y es que así he decidido llamarlos, para diferenciarlos de aquellos que fueron exportados como cereal, y sin ninguna opción, en otra época de nuestra historia, deciden por votus propio embarcarse en esta travesía “cool” y juntarse unos Euros extras como lavacopas de un “restó” de mariscos de mala muerte, en el medio de un suburbio de Madrid.
Sobreviven tres meses, bajo los insumos de atún, gaseosa y queso untable, duermen en precarias viviendas ofrecidas a veces, por los empleadores, sin agua caliente ni refrigeración, y ahorran hasta el ultimo céntimo de Euro. Tienen fiestas en la playa, conocen Ibiza, Palmas, y algunos se animan a cruzar a Marruecos, eso sí, Sofía, El Prado y Gaudi, son nombres que no reconocen nunca, aun cuando vuelven a su país natal.
Todo comienza con un papeleo extenso y burocrático para poder ingresar a la Comunidad Europea, el mismo que se le exige aca cuando los ibéricos quieren “hacer la América”... ah no?, qué?, aca entran como si nada? Sí aca entran como si nada! Luego de tener todo en regla y el pasaje en mano, parten con destino al aeropuerto de Barajas, que es una de las primera palbras del idioma que aprenden a decir.
Una vez que arribaron a destino, lo primero que hacen es llamar para contar que llegaron bien, que en el vuelo le dieron de comer y que por supuesto se afanaron los cubiertos y la almohadilla de la aerolínea.
Una vez culminada la temporada laboral, y se les queda algo de dinero, compran algunas cosas que aca no encuentran, como por ejemplo: una camara digital de doce megapixel, que contentos abonan trecientos euros y que por supuesto nunca hacen la conversión. Si obvio allá es muy económica, pero si lo multiplican por seis, aquí compran el mismo modelo, pero bueno siguen sin entenderlo.
El dilema que me lleva a redactar este articulo, recae en la vuelta de estos “exiliados voluntarios” a su patria, vuelta en la cual podremos deleitarnos con sus historias alucinantes de su paso por el viejo continente, las cuales se repetirán hasta el hartazgo, y además un sin fin de criticas poco constructivas de la realidad en la que se ve envuelto nuestro país, ¡chocolate por la noticia! como si hubiera que cruzar un océano para darnos cuenta de que somos sub en todo, por favor!
Ellos se van pensando en aquella frase que Howard Fast, puso en aquel líder de su novela Spartacus, “volveré y seré millones”, Que! perdón! a los sumo con los tres mil euros que se traen se compran un “147" y tapizan sillones, que es muy diferente.
Bueno ahora los dejo por que me tengo que ir al curso de guardavidas, a ver si se me ahoga alguien en el mediterráneo.
lunes, 25 de julio de 2011
viernes, 22 de julio de 2011
peripecias y membretes de la vida cotidiana
El café helado, el teléfono de la imprenta ocupado, dos señoras gritando desde la puerta: - nene! donde queda catastro?, tres personas que preguntan que fotocopia tienen que hacer para pagar la mitad de la patente de su auto municipalizado, -lo cual no me corresponde ya que no cobro el sueldo de un municipal, un viejo impertinente, de edad impune y prácticamente senil, exclama: me cobras! con un grito casi “tarzanezco”, y encima un banana pretende que le marque la tarjeta de transito. Ahora, yo me pregunto, me vieron la cara de vil sirviente, o realmente la tengo, y todavía no supe explotarla?
Apurados, mal educados, impacientes, atropellados, hasta con perdida del habla, todos con un mismo patrón, el individualismo, el mayor problema del homo sapiens sapiens, el “yoismo” casi cotidiano. Un “yo”, mal interpretado desde el vamos, que desde la piscología habla de un individuo conciente de su identidad, lo cual no se refleja en las personas que circulan, ya que si fueran consientes de una identidad, serian respetuosos con su compañero de raza. Y todo esto se debe, a mi criterio, a que la sociedad esta involucionando de manera precipitada, la tecnología, los medios de comunicación, las redes sociales, y todos los conceptos de la modernidad, ayudan a la imperfección del ser.
Hoy en día uno se siente incomodo, y hasta sorprendido, cuando una persona saluda al entrar o agradece al retirarse conforme, después de una atención esmerada por parte del comerciante, propietario, empleado o cualquier ser que esta brindando un servicio a la comunidad. algo que tendría que ser una actitud común del inconsciente colectivo, termina siendo una gema preciosa de nuestro vocabulario.
La vorágine del día a día, lleva al hombre y a la mujer, de cualquier edad, raza o religión, a tratar de adaptarse al “sistema”, haciendo un esfuerzo sobrenatural para no llegar a destiempo. Me pregunto - ¿hacia donde corren? si cualquier tramite que tengan que hacer les va a llevar más de dos hora, y ni hablar si es del ámbito estatal, ya que este le agrega un plus temporal debido a la burocracia del mismo.
Y así se suceden los días, las personas, los trámites, somos maquinitas, que se rigen por un mismo objetivo, “el llegar”, ¿a donde? , nadie lo sabe, ¿como?, no interesa, ¿cuando? cuanto antes.
El punto es llegar, ser reconocido, en cualquier lugar donde se desarrolle algún personaje, la vida es una gran obra de teatro, con actores con sed de protagonismo constante apuntalados por los mass-media, como diría Mcluhan, vivimos en una aldea global generada por la interacción de los medios electrónicos de comunicación y el individuo como receptor.
Este blog quiere plasmar, una interpretación personal, de las actitudes humanas, y su relación con sus pares de la vida cotidiana. Tratar de expresar mis sentimientos y reacciones a los ataques y situaciones extrañas que a diario recibo de mis contemporáneos.
Hasta la próxima.
Apurados, mal educados, impacientes, atropellados, hasta con perdida del habla, todos con un mismo patrón, el individualismo, el mayor problema del homo sapiens sapiens, el “yoismo” casi cotidiano. Un “yo”, mal interpretado desde el vamos, que desde la piscología habla de un individuo conciente de su identidad, lo cual no se refleja en las personas que circulan, ya que si fueran consientes de una identidad, serian respetuosos con su compañero de raza. Y todo esto se debe, a mi criterio, a que la sociedad esta involucionando de manera precipitada, la tecnología, los medios de comunicación, las redes sociales, y todos los conceptos de la modernidad, ayudan a la imperfección del ser.
Hoy en día uno se siente incomodo, y hasta sorprendido, cuando una persona saluda al entrar o agradece al retirarse conforme, después de una atención esmerada por parte del comerciante, propietario, empleado o cualquier ser que esta brindando un servicio a la comunidad. algo que tendría que ser una actitud común del inconsciente colectivo, termina siendo una gema preciosa de nuestro vocabulario.
La vorágine del día a día, lleva al hombre y a la mujer, de cualquier edad, raza o religión, a tratar de adaptarse al “sistema”, haciendo un esfuerzo sobrenatural para no llegar a destiempo. Me pregunto - ¿hacia donde corren? si cualquier tramite que tengan que hacer les va a llevar más de dos hora, y ni hablar si es del ámbito estatal, ya que este le agrega un plus temporal debido a la burocracia del mismo.
Y así se suceden los días, las personas, los trámites, somos maquinitas, que se rigen por un mismo objetivo, “el llegar”, ¿a donde? , nadie lo sabe, ¿como?, no interesa, ¿cuando? cuanto antes.
El punto es llegar, ser reconocido, en cualquier lugar donde se desarrolle algún personaje, la vida es una gran obra de teatro, con actores con sed de protagonismo constante apuntalados por los mass-media, como diría Mcluhan, vivimos en una aldea global generada por la interacción de los medios electrónicos de comunicación y el individuo como receptor.
Este blog quiere plasmar, una interpretación personal, de las actitudes humanas, y su relación con sus pares de la vida cotidiana. Tratar de expresar mis sentimientos y reacciones a los ataques y situaciones extrañas que a diario recibo de mis contemporáneos.
Hasta la próxima.
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